El establecimiento de normas y límites en el contexto familiar supone uno de los factores de protección más significativos para reducir la probabilidad de aparición de conductas de riesgo, tanto en la infancia como en la adolescencia. Es uno de los mayores desafíos que atraviesan los padres y existen muchas interrogantes al presente. Aquí te contaremos todo sobre cómo establecer normas y límites con tus hijos para que se conviertan en adultos emocionalmente estables.
¿Qué son las normas en la convivencia familiar?
Las normas deben ser claras y concisas. No se crean solo para que nuestros hijos obedezcan. Nuestro objetivo al implantarlas en casa debe ser más ambicioso: las reglas les ayudarán a esforzarse para conseguir lo que se espera de ellos y sabrán que su esfuerzo es valorado y apreciado por las personas que más le importan.
¿Cuáles son los beneficios de las normas para los hijos?
- Contribuyen a desarrollar una buena autoestima y facilitan la adaptación social y emocional.
- Si los niños saben qué es lo que pueden hacer y qué no, esto les da una sensación de tranquilidad interna.
- Las normas facilitan la adaptación social y emocional de los niños.
¿Qué es importante para que las reglas sean eficaces?
- Deben ser claras y concisas.
- Estar adaptadas al nivel madurativo de los hijos.
- Deben ser conocidas y aceptadas por todos los miembros de la familia. Mejor si están visibles en algún lugar de fácil acceso.
- Han de ser sistemáticas. Su aplicación no ha de depender del humor que tengas ese día. Si haces alguna excepción, déjalo muy claro.
El ejemplo de los papás: ¡Es la clave!
La mamá y el papá son los primeros que deben respetar las normas de la casa y hacerlas suyas. Solo así, el niño entenderá que eso es lo que hay que hacer.
En cualquier aspecto de la educación, el ejemplo de los padres es la base sobre la que el pequeño construye sus valores y costumbres, haciéndolos propios e identificándose con ellos.
Las contradicciones confunden a los niños y hacen tambalear estos cimientos. Por supuesto, todos nos equivocamos, pero, una vez más, es importante aceptar los errores y demostrar que queremos mejorar y rectificar.
En colegio San Isidro inculcamos a nuestros estudiantes en valores como el respeto, la solidaridad, la empatía. Los orientamos en el desarrollo de sus habilidades sociales y en la resolución de problemas a través de nuestra tutoría. Asimismo, acompañamos a los padres en el proceso de educación-enseñanza.
